La enfermedad celíaca o EC; es un trastorno inmunológico y por tanto del propio organismo que, se desencadena en personas predispuestas genéticamente por el contacto de la mucosa del intestino con determinadas proteínas presentes en el trigo, la cebada, el centeno y probablemente avena. La Celiaquía se caracteriza por una reacción inflamatoria, de base inmune, en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micronutrientes.
Ésta patología, produce problemas muy variables que van desde la completa ausencia de síntomas hasta la diarrea, dolor abdominal y pérdida de sustancias como calcio o hierro. La enfermedad celiaca afecta en torno al 1% de la población, pudiendo aparecer en cualquier etapa de la vida, tanto en niños como en adultos.
Un porcentaje importante de pacientes (75%) están sin diagnosticar debido, en su mayor parte, a que la EC durante años se ha relacionado, exclusivamente, con su forma clásica de presentación clínica. Sin embargo, el reconocimiento de otras formas atípicas de manifestarse, combinados con la mayor y mejor utilización de las pruebas complementarias disponibles, ha permitido poner de manifiesto la existencia de diferentes tipos de EC:
- Sintomática: Los síntomas son muy diversos pero todos los pacientes mostrarán una serología, histología y test genéticos compatibles con la EC.
- Subclínica: En este caso no existirán síntomas ni signos, aunque sí serán positivas el resto de las pruebas diagnósticas.
- Latente: Son pacientes que en un momento determinado, consumiendo gluten, no tienen síntomas y la mucosa intestinal es normal. Existen dos variantes:
- Tipo A: Fueron diagnosticados de EC en la infancia y se recuperaron por completo tras el inicio de la dieta sin gluten, permaneciendo en estado subclínico con dieta normal.
- Tipo B: En este caso, con motivo de un estudio previo, se comprobó que la mucosa intestinal era normal, pero posteriormente desarrollarán la enfermedad.
Sintomatología de la Enfermedad Celiaca.
La sintomatología tendrá que ver con la edad en la que se nos aparezcan los síntomas. Así en la etapa de niño, la descripción más típica de la enfermedad celíaca es la de un síndrome de malabsorción, que se desarrolla pocos meses después de la introducción del gluten en la dieta. Aparece en el niño diarrea crónica, detención del crecimiento, hinchazón abdominal, edemas….
Sin embargo, en la mayor parte de los adultos la celiaquía no da síntomas y aparecen tan sólo alteraciones de los análisis como falta de hierro, osteoporosis o alteración de las transaminasas. En otras ocasiones el paciente adulto ha sido diagnosticado con; colon irritable o dispepsia funcional. El paciente en estos casos refiere dolor o malestar abdominal, gases y problemas para ir al baño.
En general podemos catalogar todos los síntomas así: pérdida de peso, pérdida de apetito, fatiga, náuseas, vómitos, diarrea, distensión abdominal, pérdida de masa muscular, retraso del crecimiento, alteraciones del carácter (irritabilidad, apatía, introversión, tristeza), dolores abdominales, meteorismo, anemia por déficit de hierro resistentes a tratamiento. Sin embargo, tanto en el niño como en el adulto, los síntomas pueden ser atípicos o estar ausentes, dificultando el diagnóstico.
A su vez podemos hacer una clasificación por edad de la EC:
- En la Infancia: vómitos, náuseas, diarreas fétidas y abundantes, anorexia, astenia, pelo frágil, dislexia, autismo, hiperactividad, retraso pondoestatural, defecto del esmalte dental, leucopenia, dependencia fallo de crecimiento.
- En la Adolescencia: anemia ferropénica, dolor abdominal, diarrea mal absorbida hepatitis, estomatitis aftosa, dermatitis atópica cefaleas menarquiea tardía, artritis crónica.
- Adulto: diarrea mal absorbida, apatía, depresión, astenia, inapetencia, anemia ferropenia, osteoporosis, fracturas, colon irritable estreñimiento, abortos infertilidad, cáncer digestivo.
Diagnóstico de la Enfermedad Celiaca
Por medio de un examen clínico y una analítica de sangre, con marcadores serológicos de enfermedad celíaca se establece el diagnóstico de la enfermedad. El conocimiento reciente de diferentes formas clínicas de enfermedad celíaca (clásica, atípica, silente, latente, potencial, etc.), establece que no siempre se puede establecer un diagnóstico clínico de la enfermedad. Por ello, para el diagnóstico de certeza de la enfermedad celíaca es imprescindible realizar una biopsia intestinal. Dicha biopsia consiste en la extracción de una muestra de tejido del intestino delgado superior para ver si está o no dañado. Para ello es fundamental que no se haya retirado el gluten de la dieta.
Tratamiento:
La parte fundamental del tratamiento es eliminar el gluten de la dieta, es decir evitar aquellos alimentos que contengan trigo, cebada o centeno. Conviene eliminar también los productos con avena, porque muchas veces están contaminados con trigo, aunque se ha demostrado que la avena por sí misma no produce daño a los celiacos.
Es fundamental ponerse en contacto con una asociación de enfermos celiacos para poder estar al tanto de los posibles cambios en la composición de alimentos de consumo habitual.
Enfermedades Asociadas.
Suelen preceder a la EC, aunque también pueden manifestarse simultáneamente e incluso después de ella. Los pacientes que las padecen son considerados grupos de riesgo ya que su asociación se produce con una frecuencia superior a la esperada:
- Dermatitis herpetiforme.
- Diabetes mellitus tipo I.
- Déficit selectivo de IgA.
- Síndrome de Down.
- Enfermedad hepática.
- Enfermedades de tiroides.
- Intolerancia a la lactosa.
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